Qué placer pasear por las callejuelas de este pueblo bautizado como “Pequeña Ciudad de Carácter®”. Situada entre Bretaña y Normandía, Bazouges-la-Pérouse fue conocida como lugar de intercambio durante milenios.
Una ciudad testigo de un notable patrimonio histórico
¡En la parte superior de la ciudad, puedes visitar una iglesia doble! Los dos Iglesias de San Pedro y San Pablo estaban adjuntos. Mira cómo se han unido sus seis naves. En el siglo XIX, toda la iglesia fue transformada y ahora podemos apreciar un hermoso techo de cristal.
Si pasa la Place de la Mairie, se encontrará con el imponente Señorío Colombier que fue la probable residencia de los antiguos señores de la Comarca.
Mientras te diriges hacia el plaza del monumento, que data de 1604, tendrás que fijarte en la fachada del Casa de los Ahorcados extrañas máscaras muecas!
Sabemos que el Fiscal del Rey tenía allí una casa, la reconoceréis por su ventana de esquina ricamente decorada.
Un Village dedicado a la creación y al arte contemporáneo
Hoy Bazouges-la-Pérouse es conocida y reputada como una tierra de artistas donde las obras acaban en la calle.
exposiciones de arte contemporáneo se ofrecen en las tres galerías del centro de arte El Pueblo de la experimentación artística. Artistas de renombre local e internacional presentan allí exposiciones, muchas veces producidas durante residencias relacionadas con el territorio.
Descubra Bazouges-La-Pérouse a través de sus creaciones artisticas al aire libre siguiendo la Ruta “Cielo Abierto”.
La especialidad culinaria local es el Pomme!
Cada otoño en Bazouges-La-Pérouse perpetuamos una tradiciones locales que data del siglo XIX… ¡Estamos preparando el pommé!
Le Manzana es una reducción de manzana de sidra. Para conseguir este producto, típico de la Alta Bretaña, la mezcla se calienta durante largas horas en un enorme recipiente de cobre: “la péle” colocada en el fogón sobre un trípode. El fuego debe ser mantenido y supervisado constantemente para que la cocción sea regular. Se vierten manzanas regularmente y se revuelve todo ("ramaougé" en Gallo), ¡sin parar durante 12 a 20 horas! El producto así obtenido es blando, agridulce y puede almacenarse durante mucho tiempo.
Gracias a la Asociación Las Ramouugeries de Pommé, la tradición se perpetúa de año en año!